20 sept 2009
29 dic 2007
francisco tario
"Lo primero que oí de Beethoven fue que era sordo. Después, que era sucio, horrible y muy desdichado. Una tarde —ahí si no sé en qué parte— escuché algo de su música. Alguien pedía: —Que se salga el niño. Un pariente de mi padre me llamaba "El Bandido Terrible". —Aquí estoy bien, gracias—dije. Y me senté con las botas sobre el asiento. Fue la primera vez que sospeché muy oscuramente que debería existir una calle dolorosa y sin sombra, de muy extraña topografía, por donde Beethoven, el sordo, debería haber paseado en un tiempo."
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